Hace algunos días que entramos en la primavera, y los primeros brotes de finollo ya han emergido de la tierra.
El finollo, que es como se conoce en Oliete al hinojo (Foeniculum vulgare), es una planta herbácea perenne que, en su punto álgido de crecimiento, puede alcanzar los 2 metros de altura. Característica por su aroma anisado, nace de manera espontánea en huertos yermos y márgenes de caminos. En nuestra localidad está presente en muchas zonas del término municipal, con especial mención al Regatillo, donde crece abundantemente.
Tras conversar con varias personas mayores del pueblo, hemos podido constatar que el finollo ha tenido (y en algunos casos, sigue teniendo) numerosos usos en Oliete.
En primer lugar, como verdura, siendo una planta silvestre comestible similar a la tuca o las colellas. Su recolección se lleva a cabo entre marzo y abril, cuando los brotes están tiernos. Sólo se aprovechan las ramificaciones y partes tiernas de los tallos (Foto 2).
Una manera tradicional de preparar el finollo consistía en cortar los brotes en trozos pequeños y hervirlos con patatas. Ya cocidos, se escurrían y se colocaban en una fuente. Seguidamente, se freían en una sartén con algo de aceite pequeños trozos de tocino («freir una sartenada de chichorras»). En caliente, se vertía el aceite con el tocino sobre la fuente, que chisporroteaba sobre las patatas y el finollo. La fuente se colocaba en el banco de la cocina o la mesa de la sala y toda la familia comía de ella.
En segundo lugar, cuando la planta está en flor (junio-septiembre, Foto 3), se recogen los tallos ya endurecidos que, a trozos pequeños, se usan para aliñar («apañar») las olivas cuando se ponen en agua y sal. Antiguamente, también se usaban tallos de hinojo junto a tomillo para hacer una decocción cuyo líquido resultante se empleaba para limpiar las tripas («correas») del cerdo, y disponerlas para la elaboración de los diferentes embutidos («mondongo»).
Finalmente, de la planta ya granada (en otoño), se recogían las semillas y se empleaban como sustituto del anís en grano.
Y vosotros, ¿conocíais todos estos usos?
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El contenido de este artículo ha sido cedido por @galarchos, colaborador y gran conocedor de la historia del pueblo.
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