El refrán olietano sobre los primeros días del mes de febrero nos dice muy claramente lo que se celebra hoy día 5: «El primero hace día, el segundo Santa María, el tercero San Blas, el cuarto nada, y el quinto Santa Águeda».
Desde tiempos inmemoriales se honra en Oliete a esta mártir siciliana, patrona de las mujeres. Precisamente por este motivo, la celebración se llevaba y lleva a cabo en exclusiva por mujeres, siendo un día que en tiempos pasados tenía especial relavancia, pues eran pocos los momentos en los que la mujer podía ejercer públicamente un papel protagonista.
La festividad, que se ha mantenido hasta la actualidad con pocas variaciones, comienza con una misa solemne en honor a la santa, tras la cual se bandean las campanas (hoy en día automáticamente, antaño por mujeres mayores), mientras se saca la imagen en procesión por las calles del pueblo. Seguidamente, se reúnen las mujeres en la Plaza de la Iglesia para el acto central de la fiesta, la danza de Santa Águeda. Formando un corro o «rolde» y cogidas de la mano, giran en sentido antihorario cantando ancestrales coplillas,
terminando cada coplilla acercándose las mujeres al centro del corro mientras gritan un sonido similar al de un gallo.
La primera y más conocida dice así: «A Santa Águeda gloriosa le venimos a cantar, pa que nos guarde la teta y el tetón al sacristán. ¡Ihhhh!»
Acabada la danza, era costumbre que las mujeres almorzaran juntas en las eras, mientras que ahora se hace una cena en el fin de semana más próximo a la fecha, con el objetivo de reunir a más mujeres al estar la población cada vez más mermada.
El contenido de este artículo ha sido cedido por @galarchos, colaborador y gran conocedor de la historia del pueblo.
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